La naturaleza siempre nos ha proveído de alimentos frescos, muy nutritivos y con abundante fibra, de directa consumición como las hortalizas y las frutas, las cuales, a pesar de haber estado todo este tiempo en nuestra dieta, sólo actualmente, los valores nutritivos que ellas proveen, han sido identificados en su mayoría como esenciales en el fortalecimiento, mantención y alimentación del organismo, existiendo profesionales médicos y nutricionistas, que las sugieren como preferibles, a aquellos alimentos provenientes de animales, los cuales deben ser ingeridos en forma reducida o controlada.
En otras épocas generalmente se conocían y relacionaban ciertas frutas y hortalizas como métodos curativos y tratamientos de ciertas enfermedades, los componentes específicos eran desconocidos, como es el caso de la Vitamina C (presente en hortalizas y otras frutas además de los cítricos), la cual recién en el transcurso del siglo 20, fue reconocida como factor fundamental en la cura del escorbuto, que para entonces, sólo se relacionaba a los cítricos, ignorando el nombre exacto del nutriente. Posteriormente fueron incluidos otros beneficios, como su efecto antioxidante y cicatrizante.
Otra función extremadamente importante es la que ayuda a realizar los carotenoides, que posteriormente son convertidos en el tracto intestinal, en vitamina A, la cual a su vez mantiene en optimas condiciones el sentido de la vista. Otra vitamina fundamental para la salud del organismo es el ácido fólico, que ayuda en el tratamiento y prevención de la anemia.
Con el paso del tiempo y la modernidad, los seres humanos, en especial la porción occidental, ha dejado paulatinamente de consumir estos alimentos naturales, a medida que fue alejándose de la naturaleza, tornándose más sedentario, debido a la vida urbana, rápida y ajetreada, en donde las comidas más elaboradas y complejas fueron tomando espacio en la dieta de todos los días, lo que por supuesto, no implica que ésto no se pueda equilibrar, lo cual es importante para mantener el sistema inmunológico fortalecido y prevenir o tratar enfermedades como piedras en la vesícula, estreñimiento, apendicitis, diabetes, cáncer de colon, entre otros.