El agua es un componente más que primordial de nuestro organismo, estando presente en el mismo en un 60 a 80%, un gran porcentaje sin lugar a dudas, quedando implícita su importancia en la salud y en el funcionamiento óptimo y eficiente de todos nuestros órganos, teniendo en cuenta que sin el consumo de agua, una persona puede perder la vida en pocos días a causa de la deshidratación.
Nuestro organismo consume líquidos durante todo el tiempo, y no solamente cuando hacemos ejercicios y sudamos, sino también estando en reposo o sin realizar actividad física extrema, pues cada uno de nuestros órganos, consumen estos líquidos para realizar su trabajo, y ante la carencia de estos, ellos no funcionarían eficientemente.
Cuando el organismo está bien hidratado las probabilidades de desarrollar ciertas enfermedades disminuye considerablemente. Así como los cálculos renales, la labor de los riñones es más eficiente con orina clara y en buena cantidad, lo que significa que la sangre puede ser limpiada de desechos y toxinas más fácilmente, lo que sucede igualmente con las heces, las cuales al estar más húmedas, son más fáciles de expulsar, previniendo así episodios de estreñimiento.
¿Cómo saber cuánto y cuándo beber agua?
El organismo tiene un mecanismo natural el cual, al estar ya ligeramente deshidratado, envía señales al cerebro que avisan de la urgencia de reponer los líquidos consumidos, la cual se traduce como la sensación de sed, además de otros síntomas visibles de deshidratación como la piel y labios resecos, además de la poca producción de orina, siendo ésta más oscura, por estar más concentrada y también de fuerte olor.
Es crucial no esperar a tener sed para beber líquidos, siendo importante tomar agua todo el tiempo, alcanzando siempre el recomendado 1 a 2 litros diarios, en especial las personas mayores, quienes muchas veces, el sistema del organismo de avisar al cerebro cuando está deshidratado, mediante la sed, funciona menos eficientemente.