Una de las fuentes alimenticias que contienen una importante cantidad de energía/calorías son las llamadas grasas o lípidos, otorgando éstas un aproximado 9 kcal por cada gramo de grasa ingresado a nuestro organismo, dando a modo de ejemplo las calorías que contiene una cuchara de aceite de oliva, la cual repleta, son alrededor de 10 gr. que equivaldría a 90 kcal, si es que es esa la cantidad exacta que utilizamos, lo que generalmente no hacemos, al verter el aceite en nuestras comidas, lo que supondría una mayor cantidad del mismo, a veces utilizado quizás varias veces durante el día, resultando en exceso calórico que nuestro cuerpo no logra quemar o consumir rápidamente, procediendo a almacenar
En las últimas décadas, nuestra sociedad se ha ido inclinando cada vez a la elaboración de comidas hechas en masa, de rápida preparación y con gran aporte calórido en forma de grasas, llegando éstos alimentos ha ser consumidos muy frecuentemente, creando un efecto acumulativo en el cuerpo, que sumado al sedentarismo propio de las vidas urbanas e industrializadas, ha derivado en enfermedades como la obesidad, ateromas, arteriosclerosis, arritmias, hipertensión, diabetes, úlceras, etc.
De igual manera en los últimos años, se ha venido considerando la posibilidad de que exista una estrecha relación entre la consumición de alimentos muy altos en contenido graso con otras enfermedades como el cáncer de mama, o cáncer en el aparato digestivo, a causa de aditivos químicos a los que suelen ser tratados los productos para su conservación o trans y a las grasas saturadas.
Éstas son buenas razones por las que debe limitar o eliminar el consumo de éstos alimentos, o equilibrar con una dieta sana para ayudar al organismo a desechar toxinas y a mantener un peso saludable.