Las grasas en el ejercicio

Uno de los objetivos que buscamos alcanzar al embarcarnos en un régimen de reducción de peso, es la disminución paulatina de los depósitos de grasa acumulados en todo nuestro cuerpo, o en lugares específicos como el abdomen, los brazos, las caderas, etc.

Esta grasa que acumulamos en el cuerpo, es una gran fuente de energía, siguiendo en importancia a los hidratos de carbono, los cuales son el primer combustible por el que organismo opta y al cual recurre, durante cualquier actividad física. Por tanto la grasa es consumida o quemada por el organismo, después de que éste haya consumido lo suficiente de hidratos de carbono almacenado en los músculos. La cantidad de combustible/calorías que aporta la grasa por cada kilogramo es de alrededor de 7000 kcal.

Los triglicéridos son la manera en que las grasas son acumuladas en el organismo, las que a su vez son degradadas para formar el glicerol y los ácidos grasos, siendo éstos últimos poseedores de mucha energía o combustible, mediante la catabolización. En el mercado se comercializan suplementos que contienen L-carnitina, promocionados como quemadores de grasa que facilitan el proceso de utilización de los depósitos de grasa, no obstante, no existen estudios factibles que demuestren este nivel de efectividad, excepto en los casos de atletas con entrenamiento riguroso, y que aún así, el beneficio es leve.

En el caso de aquellas personas que realizan ejercicios físicos intensos, al nivel de constante entrenamiento, la cantidad aproximada a consumir, que se encuentra dentro del rango recomendable, es la de alrededor un 30% diarios, sumado con alrededor de 70% de hidratos de carbono, para que la ingesta de energía sea equilibrada y se evite acumulación de grasas. También se sugiere fuentes de grasa más saludables como las del pezcado azul, los frutos secos y el aceite de oliva.

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Categorias: Salud
Ultima modificación: 10/07/2013