Meditación. La mejor forma de conocerse a si mismo

Es imposible negar lo vertiginosa de nuestra vida moderna. Nuestras sociedades actuales, han ido convirtiéndose cada vez más en “entidades” que nos acaparan casi todo el tiempo de nuestras vidas, algunas veces pudiendo pasar meses sin siquiera habernos percatado del tiempo y en el ínterin de nuestro trajinar diario, terminamos olvidándonos de nosotros mismos.

Nuestro mundo interior es la parte que está siempre allí, absorbiendo, interactuando, respondiendo o reaccionando ante todos los estímulos externos que nos bombardean constantemente, e incluso esos estímulos que creamos nosotros mismos, casi inconscientemente, como los pensamientos y las emociones, que vienen y van dentro de nuestra mente, y añaden su propia dosis de estrés, al ya ajetreado cuerpo emocional y psicológico que todos nosotros poseemos.

Si no deseamos que esa vorágine de situaciones externas e internas nos arrastren emocional y psicológicamente hablando, si queremos estar fuertes internamente para no dejarnos abatir por todo eso, o simplemente estar equilibrados internamente, la meditación es un muy eficiente sistema de auto conocimiento, que además de ser fácil de realizar, en su forma más sencilla, logra aportar a la vida cambios significativos, en especial, en la manera en que percibimos y afrontamos el día a día.

Al principio puede costar un tanto lograr relajar nuestra mente, pero con constancia y por sobre todo, paciencia hacia nosotros mismos, conseguiremos entrenarla, así como lo hacemos con nuestro cuerpo. Con el tiempo, se irá notando esa diferencia, pues resultará más sencillo identificar aquellos movimientos internos que muchas veces surgen en nuestra mente, y convierten en caos nuestras vidas, y al localizarlos, podremos deshacernos de ellos antes de que crezcan en intensidad. Además, una vez que esta nueva habilidad se convierta en hábito, lograr el auto control será como un reflejo inconsciente, tal como respirar.

Para realizar una meditación sencilla, primeramente deberá encontrar una zona silenciosa, en donde tenga privacidad y no sea molestado, por el tiempo de dure su meditación. También deberá estar cómodo, para que esto no sea una distracción. Y por último, deberá dejar pasar todos los pensamientos y emociones que vayan surgiendo en su mente, sin juzgarlos ni aferrarse a ellos, cuando note que comienza la cháchara mental, deshágase de ella, dejándola ir, como una hoja en el viento.

Sobre el artículo

Categorias: Salud
Ultima modificación: 10/07/2013