Sabemos que dejar de fumar no es sencillo, y menos aún cuando el hábito ya está bien arraigado en nosotros, creyendo muchas veces que con sólo pensarlo o decirlo lo dejaremos de un día para el otro.
Lo cierto es que no es una tarea fácil, que necesita, además de la decisión, una convicción y un esfuerzo inquebrantables, reafirmados diariamente, los cuales son los únicos secretos para que cada acción que tomemos, sea eficaz y nos lleve al éxito en nuestro cambio positivo de estilo de vida.
Una vez que la decisión esté fijada, deberá crear un plan realista que se adapte a usted, es decir, deberá establecer plazos en los que se mantendrá sin fumar, que deberá ir extendiendo paulatinamente, como comenzar por unos minutos al día, a horas, días, etc., y si en algunos de esos lapsos flaquea, simplemente prosiga hasta conseguirlo.
Si necesita, hable con alguna persona de confianza que sepa que está en proceso de dejar de fumar, aunque lo recomendable es que hable de esto con su médico quien posiblemente le dará más tips e incluso podrá ir monitoreando los cambios positivos en su organismo.
También están los grupos de ayuda, en donde fumadores y ex fumadores, se reúnen para conversar sobre el tema, y ayudarse mutuamente si es necesario, junto con, muchas veces, la asistencia de especialistas.
Debe tomar en cuenta que tal vez tendrá los típicos síntomas de abstinencia, los cuales deberá enfrentarlos un día a la vez y con inteligencia. Asegúrese de incluir en su dieta alimentos sanos, muchas verduras, frutas, legumbres, además de jugos y buena cantidad de agua, los cuales ayudarán y acelerarán su proceso de desintoxicación. No olvide recurrir a los grupos de ayuda en estos momentos, recuerde que cada minuto es un triunfo, y conversar abiertamente sobre los retos del día a día, hará que cambio sea más llevadero.
Entre los métodos farmacológicos más recurridos para dejar de fumar, utilizados generalmente como complementos a las estrategias anteriormente mencionadas, se encuentran el NRT (tratamiento de reemplazo de nicotina, en inglés) que vienen en forma de parches dérmicos, chicles, comprimidos, aereosoles para los orificios nasales, que son efectivos aunque pueden generar efectos secundarios en algunas personas. También el bupropión y la vareniclina, igualmente con la posibilidad de efectos secundarios.
Otros métodos que últimamente son muy promocionados pero que no resultan efectivos son la utilización de sedantes, acupuntura, láser u algún otro tipo de terapias, como aquellas de aversión. Es mejor no recurrir a éstas, puesto que probablemente perderá tiempo y dinero.