Al hablarle de inyecciones a casi todo el mudo se le enchina la piel, ya que a la mayoría, y principalmente a los niños, les desagradan por el dolor que llegan a causar, sin embargo es el método por el que un medicamento es suministrado con mayor eficiencia y facilidad.
Algunas inyecciones como la vacunas ayudan al organismo a fabricar anticuerpos para prevenir enfermedades que pueden presentarse más adelante, por ejemplo, cuando el médico especialista pone una inyección contra las tosferina, introduce un liquido dotado de una mínima cantidad de fragmentos del microbio que causa dicha enfermedad, esto hace que el organismo fabrique anticuerpos contra el microbio de la tosferina, específicamente de esta manera el cuerpo queda inmunizado contra la enfermedad ya que tiene la información necesaria para atacarlo si se llegará a presentar. Otro tipo de inyección es la inyección de suero y medicamento, ésta contiene los anticuerpos necesarios para enfrentar a microorganismos que se encuentran ya afectando al paciente.
Si una persona ha caído enfermo por causa de algún microorganismo bacteriano, fúngico o viral, el médico puede recetar un medicamento inyectable que atacará rápida y directamente a los invasores sin dañar el estomago o el riñón, con esto, los glóbulos blancos y anticuerpos se mantienen activos y permiten que el cuerpo se recupere fácilmente.
En general la inyección es el método utilizado para introducir un medicamento a un sitio especifico de la piel por medio de una punción fina que se lleva a cabo gracias a una jeringa contenedora del medicamento graduada en mililitros y una aguja hipodérmica con punta en forma de navaja.