Es importante saber que la recepción y almacenamiento de medicamentos exige una serie de pautas y acciones cuyo objetivo es el cuidado y mantenimiento de las especificaciones técnicas con las cuales fueron fabricados dichos medicamentos.
De garantizar la calidad de estos productos se encargan normalmente quienes se dedican a la compra y venta minorista de medicamentos. Por ello dichas personas son responsables, cuando adquieren los productos del proveedor, de almacenar y distribuir los medicamentos en la forma indicada, controlando la fecha de vencimiento y cuidando del almacenamiento de los medicamentos bajo un control especial.
El almacenamiento debe ser planificado; requiere tener en cuenta el sitio, el diseño de las instalaciones, y la utilización de métodos de control de inventarios que garanticen su correcta rotación y que apoyen la planificación de las compras. Finalmente, se necesitan mecanismos de control y procedimientos que garanticen la conservación de los medicamentos y dispositivos médicos.
Las áreas de almacenamiento deben estar alejadas de las zonas de contaminación, y permitir el flujo de personas y objetos. Es importante que cuenten con pisos o suelos resistentes, uniformes, con drenajes adecuados y paredes de muros sólidos, ambos impermeables, que permitan la limpieza y la esterilización. Las áreas de almacenamiento deben estar iluminadas y tener ventilación natural. Han de contar además con mecanismos que garanticen las condiciones de temperatura y humedad relativa.
Los medicamentos y dispositivos médicos no pueden permanecer en contacto directo con el piso. Se deben colocar en estibas, que son estanterías de material sanitario, impermeables y fáciles de limpiar, toda vez que deben permanecer siempre limpios, y libres de polvo y suciedad.
Los medicamentos que requieran refrigeración serán almacenados en cuartos fríos o en refrigeradores con mecanismos que registren la temperatura. Además dichas áreas deben contar con alarmas sensibles al humo y extintores de incendios.