Las llamadas chiches son insectos chupadores de sangre o savia que pertenecen al orden de los hemípteros, en el que se incluyen más de 84,000 especies. Acá trataremos sobre el conocido pulgón y de algunas plantas que sirven para enfrentarlo de forma natural.
Conviene aclarar que los pulgones no están relacionados con las pulgas, pues los primeros solo se alimentan y reproducen sobre especies agrícolas (tomate, habas, coles, ajíes, guayaba) y ornamentales (crotos, potos, akalifas, erantemus, helechos).
Su enfrentamiento resulta vital para obtener buenos resultados agrícolas o estéticos, pues además de chupar la savia de sus hospederos les inoculan virus, bacterias y hongos.
Mediante el empleo de un grupo de plantas, ya sea intercaladas en los cultivos o preparadas en cocimientos, se obtienen excelentes resultados sin recurrir a medios químicos.
Entre las más empleadas en intercalaciones están los tajetes o clavelones (Tagetes erecta y Tagetes patula), cuyo efecto repelente aleja todo tipo de insectos. Sus raíces y flores también se usan en cocimientos y extractos alcohólicos para asperjar.
Los extractos acuosos del tabaco (Nicotiana tabacum) resultan eficaces siempre que las plantas a proteger no sean de la familia de las solanáceas, pues pudieran inocularles ciertos patógenos.
Una especie arbórea de probada efectividad en la lucha contra pulgones y muchas otras plagas agrícolas es la conocida como nim (Azadirachta indica), de procedencia asiática. Sus hojas compuestas y frutos oleaginosos son protectores insuperables.
La chirimoya (Annona cherimolia), la caña santa (Cymbopogon citratus), el ajo y la cebolla también resultan excelentes insecticidas botánicos contra los pulgones.