De los métodos de transporte el que más pesado se puede hacer por un mal asiento es el que se realiza en un autobús debido a la larga duración de los viajes y a que es imposible cambiar de postura o estirar las piernas durante el recorrido como se puede hacer en los trenes o en los aviones. Es por este motivo que es importante elegir un buen asiento.
A la hora de escoger el asiento cuando compramos el billete debemos pensar si nos interesa apoyar la cabeza en la ventana o si preferimos tener la posibilidad de estirar las piernas. En el primer caso deberemos elegir un asiento interior y en el segundo caso deberemos elegir pasillo. Además si tenemos opción evitaremos en la medida de lo posible elegir los asientos que vayan situados encima de las ruedas pues serán mas perceptibles las vibraciones así como las irregularidades del pavimento, lo cual puede ser bastante molesto.
Generalmente los mejores asientos son los que se sitúan a mitad del autobús justo la hilera anterior a la salida pues los asientos se pueden reclinar de manera completa sin molestar a nadie. La otra mejor hilera de asientos es inmediatamente a dicha salida a mitad del autobús pues disponen generalmente de una práctica mesa que nos será de gran utilidad si deseamos jugar a algún juego con nuestro compañero de viaje.
Por último debemos decir que los asientos del final son los más incomodos pues no pueden reclinar y a parte van situados justo encima del motor del autobús por lo que a parte de todas las vibraciones notaremos el ruido del mismo y el calor que desprende lo cual en los meses de verano suele ser un tanto molesto.