Al silbar con los dedos en la boca se produce un sonido agudo y fuerte capaz de oírse a una gran distancia. Al silbar se utilizan los dedos, los labios, la boca, la lengua y el aire.
Además, si cambiamos la posición de los dedos pueden lograrse diferentes grados de agudeza y volumen. Se utilizan los dedos medio e índice, estos se meten en la boca y los demás se juntan para no molestarlos y si soplamos obtenemos el silbido. No debemos abrir la boca demasiado, solo lo suficiente para que puedas meter los dedos en la boca y ubicarlos en la lengua. Cuando ya tenemos los dedos ubicados, debemos tener la boca ligeramente cerrada y presionando los dedos para que después tengamos más control.
La lengua tiene que estar bien ubicada casi tocando el paladar con la punta, pero sin hacerlo. Los dedos deben estar tocando un poco más de la mitad de la lengua en esa posición y después solo tenemos que soplar con un poco de fuerza y practicar. Debemos saber soplar con precisión más que con fuerza. El sonido se consigue con la posición de la lengua, los labios y la boca. Los instrumentos que utilizamos para conseguir el sonido (la lengua, los labios, la boca y los dedos) son diferentes en cada uno, por eso debemos buscar nuestra propia técnica, nuestra forma personal para poder silbar bien y alto y practicar y repetir para mejorar y conseguir el sonido del silbido.
En cada uno es diferente, por eso unos tendrán que practicar unos días, a otros unos meses y a otros unos años. Silbar con los dedos en la boca se consigue con práctica, constancia y persistencia.